Él era un verdadero capitán de la marina...
... Y yo Mariel; el Capitán vivía en el 5º A, pero no he muerto, es más, aquí estoy todavía. De él, no he sabido nada...
Relatos de las historias de una pequeña encina cuya existencia discurre en un bosque familiar. Cuando no puede escribir relatos, porque su corazón ha enmudecido, transcribe a los poetas. Ambos sirven para cerrar capítulos de la vida, borrar viejas cicatrices, revivir momentos de gozo. Para quien los escribe y para quienes los lean.
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