20 abril 2006

Escandalizar inocentes

Hoy me han dicho que mamá no es mi mamá. Aunque es posible que sea mi madre pero en ese caso no sería la tuya. Que no somos hermanas. Que te acuestas con mi esposo. Que, por distintas razones, un objetivo los une: encerrarme para siempre, mejor dicho, por un tiempo, breve, hasta que una sobredosis me extermine. Creo que sería mejor que todo fuera verdad. De lo contrario, te estarías condenando y no quiero que sufras por toda la eternidad. Ni vos, ni ellos, ni él. ¿Hasta dónde puede llegar la envidia? ¿Cuánta muerte puede ocasionar la codicia? Los que más me duelen son mis hijos. Ellos son inocentes. Pobres los que deban rendir cuentas del escándalo que ocasionen a los inocentes. ¿Qué dirás cuando todo se sepa? ¿Qué les dirás a tus hijos? ¿Y a nuestros padres-o a los tuyos, o a los míos? ¿Podrás soportar cada minuto que forma las 24 horas de cada día?