16 mayo 2006

Te mando ahora


Te mando ahora a que lo olvides todo:
aquel seno de nata y de ternura,
aquel seno empinándose de un modo
que te pudo servir de tierra dura;
aquel muslo obediente pero fiero,
que venía de sierpes milenarias;
aquel muslo de carne y de me muero
convocado en las tardes solitarias;
aquel gesto de echarme en la locura;
aquel viaje al amor, de mi cintura;
aquel gusto en la piel a lirio extraño,
aquel nombre pequeño bajo el nombre,
aquel pecado de volverte un hombre
en el vicio feliz de hacerme daño.

Poema de Carilda Oliver.
Ciara, grafito sobre papel, de Nouvilas.



02 mayo 2006

No hay vida o muerte...



No hay vida o muerte,
tan sólo tu presencia,
inundando los tiempos,
destruyendo mi ser y su memoria.
En el amor no hay formas
sino tu inmóvil nombre, como una estrella.
En sus orillas cantan
el espacio y la sed de lo invisible.


Raíz del hombre, de Octavio Paz