05 noviembre 2006

Estoy aquí




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He pasado casi 2 meses "fuera de casa". Ya estoy aquí, nuevamente. Recorrí territorio interiores y exteriores. Viví experiencias nuevas, gozosas y tristes. Cada vez que añoraba éste, mi hogar, sentía que debía seguir caminando por aquellos senderos; es preciso alejarse de la tibieza de la matriz maternal y arriesgarse hacia rumbos que sólo nos dejan ver dónde es posible poner el otro pie para dar un paso más. Y así, el retorno suele devolvernos cargados de alegrías, o cargados de nuevas experiencias -a veces dolorosas- a través de las que hemos aprendido muchas cosas.

Dice una persona que conozco, autorizada como para creerle aunque su sentencia me pese, que el ser humano aún no ha descubierto otros caminos para madurar que el del sufrimiento. Si por ese parámetro he de medir este tiempo de ausencia, tengo que afirmar que he madurado. Sobre todo emocionalmente. He tenido que aceptar que hay amores que nunca podrán pervivir; que la necedad y el miedo pueden llegar a ser más poderosos que el amor -aunque nadie lo admita- y que hay muchas personas proclamando por ahí que quieren amar y ser amadas cuando ni siquiera saben qué significan esas palabras que pronuncian. Sin embargo, el balance, aunque no sea feliz, es positivo; pues he aprendido cosas que todavía no tenía tan claras como ahora.

En honor de lo vivido, es que les traje esta Leyenda de los dos amantes, de Silvio Rodríguez y el acrílico sobre lienzo Aquí estoy, de Nicoletta.

Mis más dulces saludos para todos.

Encina